marzo 31, 2012

Arctic Monkeys, Julieta, de efe y yo.

Una de las bandas "nuevas" que, con razón ha tenido el éxito que hasta ahora ha logrado, pisó una vez más tierras mexicanas, en enero que hicieron el anuncio de su fecha para el 28 de marzo en el Palacio de los Deportes, promocionando su última producción discográfica, “Suck it and see”.

Después de un viaje cansado pero divertido, llegamos al Palacio de los Deportes con una gran expectativa, (Julieta y yo) buscamos dónde imprimir nuestros boletos, comer y después a la fila para entrar. Ya una vez adentro se sentía cada vez más la emoción por ver a una de nuestras bandas favoritas, a pesar de que nuestros lugares no eran en pista, la vista era buena, y esperaba que el sonido lo fuera mejor, ya que el lugar tiene una fama de que la acústica es pésima.



Después de esperar por poco más de una hora ya en nuestros lugares, salió al escenario una banda venezolana llamada “Vida Bohème”, con un estilo “indie-dance-punk” prendieron al público presente, cabe mencionar que era un “público joven”. Después de interpretar varias canciones se despidieron y la espera se hacía cada vez más corta, pero las emociones crecían muchísimo más.

Aproximadamente a las 21:16pm salen al escenario los cuatro jóvenes ingleses, sin más preámbulo con un Palacio lleno por más de 18 mil almas efusivas, un breve saludo por parte del vocalista, para dar paso al primer acorde de “Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair”, de inmediato las emociones en su máxima expresión salieron a relucir, coreando “uuuuuuuh ye ye yeaaah” a todo lo que mi garganta daba sin importarme el quedarme sin voz en la primer canción.

Después comenzaron el recorrido por su discografía siendo la segunda canción de la noche “Teddy picker”, seguida por “Crying lightning”, dos grandes canciones que son regularmente escuchadas en sus conciertos; seguían las emociones al mil y no parábamos de corear, la cosa se puso un poco más tranquila con la llegada de “The Hellcat Spangled Shalalala” pero sin dejar de lado la excelente intrepretación.
Siguiendo con canciones de su nuevo disco “Library Pictures” sonó y prendió una vez más al público, aún más lo hizo “Brianstorm”, la gente se volvió loca, yo me volví loco, no podía dejar de mover la cabeza, una de las más esperadas y no era para menos, después de prender de esa manera a la gente.

La noche seguía a todo lo que daba y los Arctic no dejaban de emocionar a su gente, “The View from the Afternoon”, “I Bet You Look Good on the Dancefloor”, “Brick by brick”, “This House Is A Circus” sonaron, dejando mi garganta casi inservible (aunque sea por el wasa washeo).

“Still Take You Home” al igual que las demás canciones pusieron a bailar al Palacio, dando paso a “Evil twin”, “Pretty Visitors”, “If You Were There, Beware”, y así llegar a otro momento tranquilo de la noche con “Suck it and see”, pero inmediatamente “Do Me A Favour” hizo lo suyo y no dejó que el publico descansara y lo puso a brincar de nuevo, para un “cierre” espectacular con “When The Sun Goes Down”.

Después de haber interpretado 17 temas, los Arctic se despiden de su público mexicano, en esta ya típica y protocolaria ida para regresar e interpretar uno, dos o hasta tres temas más. Con una cámara tras ellos, regresan al escenario para tocar su último sencillo “R u mine”, con la cual hicieron un video “oficial” del concierto; “Fluorescent Adolescent” fue el penúltimo tema que interpretaron.

Un gran concierto merece un GRAN cierre y qué mejor que con 505, canción la cual (sin vergüenza a decirlo) me hizo llorar, no pude parar de llorar durante toda la canción, abrazado a Julieta, definitivamente el momento más emotivo de toda la noche.

Después de interpretar un total de 20 temas en poco menos de la hora y media, se despidieron, dejando satisfechas las más de 18 mil almas que abarrotaron el lugar.
Debo mencionar que hubo dos canciones que me hubiera gustado escuchar, “Fake tales of San Francisco” y “A certain romance”, pero de ahí en más, creo que fue un buen setlist, un gran concierto, una gran interpretación, un gran sonido, pues no tanto, creo que la fama que tiene el Palacio se la ganó a pulso, la acústica no es muy buena, pero eso no impide que las bandas prendan a la gente.

En conclusión y sin temor a equivocarme, hasta ahora el mejor concierto de mi vida, con la mejor compañía de la mujer que amo, nuestro primer concierto internacional, una de nuestras bandas favoritas, no era para menos.

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